Aunque a lo largo de su trayectoria el irlandés Oscar Wilde incursionó en distintos géneros como la poesía y la novela, y consiguió destacarse como dramaturgo, es imposible no recordarlo como autor de inolvidables cuentos que se convirtieron en clásicos literarios, tal como ocurrió con varias obras del escritor Horacio Quiroga.
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El Príncipe Feliz y otros cuentosLa célebre parodia a los relatos de terror escrita en 1887 bajo el título de “El fantasma de Canterville” y las historias contadas a través de “El príncipe feliz y otros cuentos” son, sin duda, los trabajos más reconocidos de este escritor que supo cautivar a lectores de todas las edades a través de una gran cantidad de relatos entre los que se destacan “El gigante egoísta”, “El niño astro”, “El pescador y su alma”, “El ruiseñor y la rosa”, “El crimen de Lord Arthur Saville”, “El cumpleaños de la infanta” (cuento que, según se dice, está inspirado en el famoso cuadro “Las Meninas”, del pintor barroco Diego Velázquez) y “El famoso cohete”.
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Lejos de perderse en el tiempo, las creaciones literarias de este irlandés que nació en octubre de 1854 en Dublín bajo el nombre real de Oscar Fingal O”Flahertie Wills Wilde se mantienen vigentes en la actualidad. En este contexto, no se puede dejar de mencionar al libro titulado “El arte de conversar”, donde los lectores podrán encontrar, además de algunos “aforismos” del escritor, 28 cuentos orales inéditos que han sido traducidos por el mexicano Roberto Frías.
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Por supuesto, más allá de la antigüedad y la fama mundial de estas reconocidas obras, nunca es demasiado tarde para descubrir, o bien volver a disfrutar estos relatos a través de los cuales Oscar Wilde hizo referencia a la amistad, el dolor, el egoísmo, el desamor, la generosidad y el amor, entre otras temáticas que pueden hallarse en sus cuentos.
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