* Aldabi Olvera
Antes que novelas y películas, nacieron los poemas de la
bomba atómica.
Es normal, horriblemente normal, que personas cercanas a las
catástrofes usen la poesía. Quienes fundaron el “Genbaku bungaku” (literatura
de la bomba atómica) sufrieron los
efectos de las radiaciones sobre sus cuerpos.
Los versos que ocultaron los “hibakusa”(sobrevivientes) son
los más importantes de los memoriales.
Entre quienes plasmaron su experiencia, no había distinción
entre “poeta” profesional y ama de casa.
Algunos publicaron ilegalmente, pues las fuerzas de ocupación estadounidense
prohibieron durante diez años los textos que se relacionaran con el
acontecimiento.
Y a pesar de que el Nobel de literatura, Kenzaburo Oé,
asegura que las víctimas de los
bombardeos tienen el perfecto derecho a olvidar y callar: “suelen elegir
hablar, estudiar y dejar constancia con toda su energía” (Cuadernos de
Hiroshima, 1965).
De hecho, hay tantos poetas de la bomba atómica que
aparecieron recopilaciones como Antología de tanka de Hiroshima, que cuenta con
más de 6500 poemas.
En Más de 131 te compartimos la voz de dos mujeres y dos
hombres en este setenta aniversario de “la experiencia vital más inhumana del
siglo XX”.
1.Tamiki Hara, autor de Natsu no Hana, Flores de verano,
(1947). Se suicidó en 1951. Perdió a su familia durante el bombardeo.
El cielo se parte
El cielo se parte;
las calles desaparecen;
el río,
¡el río fluyendo!
¡Ah… Ah… Ah Ah!
Ah… Ah…
Ah… Ah!
Denme agua
Denme agua!
¡Ah… Ah…
Ah… Ah!
¡Ah… Ah… Ah… Ah!
La editorial Impedimenta tiene publicado Flores de verano
completo en castellano.
2. La poeta Yōko Ōta publicó la novela Shikabane no machi,
La ciudad de los cadáveres, en 1948.
En el prefacio, dice:
“Eso (el bombardeo atómico de Hiroshima), está fuera de la
categoría de literatura. En la ficción ordinaria, hay patrones y categorías,
—literatura de niños, historias románticas. Pero no hay patrón ni categoría
para la experiencia de una bomba atómica. Es una experiencia tan fuerte, tan
grande tan poderosa, que no se pueden
hallar palabras para describirla. Como sujeto de ficción es tan difícil, no quiero
escribir ficciones, sólo quiero decir la verdad”.
Y en la novela:
“Las reverberaciones continúan hasta hoy. Traté de escribir
otros trabajos sin relación con la bomba atómica. Pero la imagen de mi pueblo
de Hiroshima borra de mi mente otras cosas”.
3. El poeta Sankichi Tôge lanzó Genbaku shishu, Poemas de la
Bomba Atómica, en 1951. Murió dos años después de una hemorragia pulmonar.
Devuélvanme la gente
devuélvanme mi padre
Lee todos los Poemas de la Bomba Atómica en inglés en este
sitio de la Universidad de Chicago.
4. La poeta Shinoe Shoda público ilegalmente en 1947 el
poemario Sange (un tipo de arreglo floral budista). Tenía la culpa de la bomba:
“por el alma de nuestros compatriotas, obligados a morir, ofrezco mi diaria
aflicción”. Murió de cáncer de pecho 20 años después del bombardeo.
Dos de sus tankas (poema corto tradicional japonés) que
hablan de la experiencia de las mujeres:
Tanka (I)
En la locura
Tanka (II)
Pregunto
(Traducciones del inglés al español de los poemas y
comentarios, a cargo del autor del artículo)
@aldabi
http://www.masde131.com/2015/08/los-poemas-de-la-bomba-atomica-a-70-anos-de-hiroshima-y-nagasaki/
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