El autor portugués José Saramago no tiene fama de encontrar en los animales una fuente de inspiración literaria, tal como sucedió, por ejemplo, con escritores como Horacio Quiroga y Rudyard Kipling. Sin embargo, hace algún tiempo elaboró un material que tiene como protagonista a un elefante asiático que tuvo el privilegio de recorrer Europa.
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El viaje del elefante Lejos de ser una fábula infantil basada en las aventuras de un paquidermo, este trabajo, titulado “El viaje del elefante” es una novela coral surgida de una antigua anécdota del siglo XVI.
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Esa historia que, según se cuenta, ocurrió en la vida real (a partir de que el rey de Portugal decidió regalarle un animal al archiduque Maximiliano de Austria), está centrada en el viaje épico que debió emprender Salomón, un elefante que se vio obligado a trasladarse desde Lisboa hasta Viena.
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En las páginas de este extenso libro, el lector no sólo tiene la posibilidad de encontrar un relato atrapante que deja al descubierto la interacción del protagonista con varios seres humanos (tanto populares como anónimos) que aparecen en su camino, sino también una invitación a la reflexión sobre la esencia y los comportamientos del hombre.
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Pese a adoptar como punto de partida una circunstancia ocurrida en el pasado, “El viaje del elefante” no es una obra de perfil histórico, sino un trabajo interesante (un “cuento muy largo”, en palabras de su creador) donde la realidad y la ficción se combinan para dar lugar a un texto lleno de humor, ironía, belleza y compasión.
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Si les seducen las propuestas literarias de Saramago, no duden en dejarse cautivar por esta novela de más de 250 páginas que, de acuerdo al autor, “no tiene nada de tétrico”, no presenta detalles que pudieran dejar al descubierto su avanzada edad ni resultó afectada por los problemas de salud que mantuvieron hospitalizado al escritor.