Publicado por Tes Nehuén
Viajar para encontrar nuestro yo más profundo, el que nos devuelva a la infancia estando a kilómetros de distancia. Viajar implica para muchos de nosotros eso: un recogimiento, lejos del ruido y las luces de los lugares que nos reciben, cerca del silencio de las esquinas, de las miradas que se cruzan en nuestro camino, de seres desconocidos que no volveremos a ver pero que viajan con nosotros.
Un libro de viajes a lo Saramago
Si un libro de viaje sólo nos habla del lugar no ha alcanzado su objetivo. La verdadera razón de ser, y en eso Stevenson era inamovible, de un libro de viajes es llevar las emociones del viajero al que recoge esa lectura. Y Saramago en su libro “Viaje a Portugal” (Alfaguara)dio buena cuenta de ello. No se trata de un libro que nos lleva por las calles de este país como quien mira una postal. No, es una obra que nos habla sobre un hombre que camina, que siente, que piensa en esas calles y sobre las miradas que se cruzan en ese viaje. De ahí que sea un libro interesante, una exquisita literatura de viaje.
Cuando a Saramago se le preguntó sobre la escritura de ese libro dijo que lo que intentó hacer con ese viaje fue encontrarse a él mismo, identificarse con esa realidad, verse reflejado en ella y para ello decidió emprender un viaje a lo largo del país y sentirse parte de cada uno de los diversos paisajes que allí se registran. Quizás movido por esa pasión por Pessoa, que supo dejarnos imágenes claras casi divinas de su amada Lisboa. Para Saramago un viaje sólo existe en la memoria y, por lo tanto, los libros de viaje que no registran esa marca, ese daño, ese asombro del viajero no sirven para nada.
En esta obra nos encontramos con una prosa limpia que nos lleva a la profunda Portugal donde también encontraremos algo de nosotros. No esperen un viaje a lo largo de los impresionantes monumentos arquitectónicos o las bellezas artísticas, no, es un viaje a lo más bajo, a lo más primitivo, una mirada al pueblo, a la gente que vive bajo esas estructuras. Un viaje al corazón de Portugal de la mano de uno de los escritores más comprometidos y conmovedores que ha dado el siglo pasado.
Viajar no es señalar sitios en un mapa sino construir mapas nuevos, con nuestras vivencias: mapas únicos que sólo son posibles si nos salimos de la ruta marcada. Si visitamos esas callecitas que pocos viajeros pisan, si nos aventuramos a pisar un cementerio olvidado, una playa desierta, un faro que ya no ilumina. Leer a Saramago nos permite hacer un viaje de este tipo; un recorrido viajero y no turístico, a los confines de un país mucho más rico que lo que muestran los mapas. Un viaje que nos ayuda a encontrar, como dijo Juan José Millás sobre este libro “un viajero dentro del viaje”.
Lo que el libro es “Viaje a Portugal” se centra en tres recorridos definidos a través de este país. Viajes que vieron la luz en 1980 y que se han reeditado varias veces.
Tres recorridos que no aparecen en las guías de Portugal y que nos permiten conocer rincones llenos de vida a través de la escritura clara pero llena de ironía, donde también nos encontramos con el pensamiento y el compromiso moral de José Saramago.
“Viaje a Portugal” se destaca por la descripción de los paisajes, que sirven para justificar la forma de ser de los portugueses de los diferentes lugares. Todo eso a través de la mirada de un viajero lleno de inquietudes y con necesidades emocionales bien definidas: las de encontrarse en el corazón de los habitantes de su tierra.
Visitaremos por supuesto la enorme Lisboa, pero también pasaremos por rincones como Alentejo o Algarve y descubriremos bellezas arqueológicas de otros tiempos mientras abrazamos la cotidianidad de los habitantes de cada lugar que pisamos con los ojos.
Al finalizar el recorrido descubrimos que este viaje ha servido para recordar algo que a veces se nos olvida: que los pueblos existen gracias a las individualidades, que los matices de una cultura son recolectados gracias al intercambio de diferentes personas trabajando por un mundo mejor.
¡Los invito a leer esta preciosa obra de José Saramago y a animarse a viajar al corazón de Portugal partiendo de lo más hondo de ustedes!
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