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El escritor José Miguel Ullán, un hombre de origen español que se vio obligado a exiliarse en Francia durante la última década de la dictadura franquista, nació en un pequeño pueblo de Salamanca el 30 de octubre de 1944.
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Antes de abandonar su tierra natal, este poeta, crítico y periodista estudió Ciencias Políticas, Ciencias Sociales y Filosofía en Madrid y demostró sus aptitudes para el mundo de las letras en el diario “El adelantado”. Ya en París, ciudad a la que llegó en 1966, además de asistir a la École Pratique des Hautes Études, Ullán sumó experiencia en el ámbito del periodismo cultural.
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A partir de entonces, el salmantino no sólo fue subdirector de la revista “Guadalimar” y co-director de “Cuadernos Guadalimar”, sino que también dirigió las emisiones en español de la Oficina de Radiodifusión y Televisión Francesa, se desempeñó como corresponsal de la revista “Destino” de Barcelona y trabajó para el semanario madrileño “Tiempo”.
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Años más tarde, el español realizó algunos programas radiales, organizó numerosas exposiciones de artes plásticas, fundó el suplemento “Culturas” en “Diario 16″ (periódico español donde ejerció el cargo de subdirector), fue columnista de “El País”, desarrolló la colección de poesía bautizada como “Cátedra” y creó la editorial “Ave del Paraíso”.
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“Amor peninsular”, “Un humano poder”, “Cierra los ojos y abre la boca”, “De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado”, “Manchas nombradas”, “Abecedario de Brinkman”, “Rumor de Tánger”, “Visto y no visto”, “Maniluvios”, “Razón de nadie” y “Soldadesca” son algunos de los títulos que forman parte de la destacada producción literaria de este integrante de la llamada Generación del 70 que, en 1994, fue finalista del Premio Nacional de Poesía.
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José Miguel Ullán falleció en Madrid el 23 de mayo de 2009 como consecuencia de un cáncer que lo aquejaba desde hacía tiempo.
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Antes de abandonar su tierra natal, este poeta, crítico y periodista estudió Ciencias Políticas, Ciencias Sociales y Filosofía en Madrid y demostró sus aptitudes para el mundo de las letras en el diario “El adelantado”. Ya en París, ciudad a la que llegó en 1966, además de asistir a la École Pratique des Hautes Études, Ullán sumó experiencia en el ámbito del periodismo cultural.
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A partir de entonces, el salmantino no sólo fue subdirector de la revista “Guadalimar” y co-director de “Cuadernos Guadalimar”, sino que también dirigió las emisiones en español de la Oficina de Radiodifusión y Televisión Francesa, se desempeñó como corresponsal de la revista “Destino” de Barcelona y trabajó para el semanario madrileño “Tiempo”.
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Años más tarde, el español realizó algunos programas radiales, organizó numerosas exposiciones de artes plásticas, fundó el suplemento “Culturas” en “Diario 16″ (periódico español donde ejerció el cargo de subdirector), fue columnista de “El País”, desarrolló la colección de poesía bautizada como “Cátedra” y creó la editorial “Ave del Paraíso”.
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“Amor peninsular”, “Un humano poder”, “Cierra los ojos y abre la boca”, “De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado”, “Manchas nombradas”, “Abecedario de Brinkman”, “Rumor de Tánger”, “Visto y no visto”, “Maniluvios”, “Razón de nadie” y “Soldadesca” son algunos de los títulos que forman parte de la destacada producción literaria de este integrante de la llamada Generación del 70 que, en 1994, fue finalista del Premio Nacional de Poesía.
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José Miguel Ullán falleció en Madrid el 23 de mayo de 2009 como consecuencia de un cáncer que lo aquejaba desde hacía tiempo.
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Publicado por Verónica Gudiña el 29 de Enero de 2010
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