Del panorama literario actual, uno de los novelistas más prolíficos en lengua árabe es Ibrahim al-Koni, un autor libio que llegó a este mundo en 1948. A la hora de inventar historias, este talentoso exponente del realismo mágico suele inspirarse en cuestiones espirituales y existenciales y arma con ellas relatos apasionantes donde también hay espacio para las referencias mitológicas.
Ibrahim al-Koni.
Durante sus primeros doce años de vida, este niño criado bajo la tradición de los tuareg que creció en la región desértica de Fezzan sólo hablaba, leía y escribía en árabe, un saber que, con el transcurso del tiempo, complementaría con otros conocimientos.
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Décadas después de terminar su formación académica en la ciudad de Gadamés, Ibrahim se trasladó a Moscú, donde no sólo estudió Literatura Comparada en el Instituto de Literatura Maxim Gorky sino que también se inició en la actividad periodística, una labor que también desarrolló en Varsovia.
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Como escritor, su debut tuvo lugar en 1974, año en el cual quien fuera empleado del Centro Cultural Libio de Moscú publicó una recopilación de cuentos. A partir de entonces, este autor que en 1993 decidió fijar su residencia en Suiza dedica su tiempo a elaborar diversos materiales literarios.
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Hasta el momento, son más de setenta las novelas y cuentos de su autoría, muchos de los cuales ya han sido traducidos a 35 idiomas. Gracias a varios de los relatos que ha creado, hoy en día Ibrahim al-Koni está considerado como un novelista poético y un fabulista sufista y acumula reconocimientos como el Premio del Estado Suizo, el Premio del Estado Francés, el Premio Sahara de Novela y el título de Caballero de la Orden Francesa de las Artes y las Letras.
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“Oro en polvo” y “La piedra sangrante” son dos de los títulos que forman parte de su extensa producción literaria.